Grimbergen renace en España
A pesar de ser una marca internacionalmente conocida, tanto la historia de la firma como los sabores de sus tres variedades de cerveza no son muy famosos en España. Es por ello que el Abad Erik y el Padre Karel se han desplazado hasta el Palacio de Conde Duque de Madrid, para contarnos de primera mano los secretos de Grimbergen.
Esta cerveza belga de Abadía cuenta con casi 900 años de historia. Desde su nacimiento en 1128 la Abadía ha sido destruida tres veces y siempre se ha reconstruido. De ahí que los padres de Grimbergen escogieran al Ave Fénix – representada con tonalidades vistosas, luminosas y enérgicas – como símbolo de la Abadía. Símbolo de renacimiento y renovación, lucha y superación, el Ave Fénix está representada también en las etiquetas de las tres cervezas de la casa, para remarcar el carácter de unas bebidas de sabor fuerte, arrojador, determinado y persistente.
Su imagen joven y moderna, con un halo de transgresión, rompe los códigos clásicos y «estandarizados» de las Abadía. No hay rastros de monjes o vitrales. Y su sabor es intenso y fuerte a la vez que aromático y afrutado. Grimbergen es una cerveza de abadía, apta para momentos especiales.
Los tres modelos sorprenden a partes iguales y no dejan indiferentes. Grimbergen Blanch es una refrescante cerveza belga blanca con el carácter único de una cerveza de Abadía; Grimbergen Double es un Dark Ale de doble fermentación con rico aroma a caramelo, regaliz y frutos maduros (ideal para maridar con el roastbeef); y nuestra favorita, Grimbergen Blonde, es una Smooth Blonde Ale con sabor a frutas maduras y notas especiadas de clavo.
Esta última¸ elaborada con agua, malta de cebada, jarabe de glucosa, malta de trigo y caramelo aromático, tiene una espuma densa y abundante con una buena persistencia, además de pequeñas burbujas y un color cremoso. De color caramelo y extracto de lúpulo, en nariz, tiene un intenso olor a frutas maduras (piña) y clavo, miel, regaliz y notas de malta ahumada y lúpulo floral. Mientras que, en boca, desarrolla sabores dulces amargos procedentes de aromas de regaliz, piña, albaricoques y mirabeles.
En el marco de la presentación en España, además, el sommelier cervecero Gabriel Villalobos nos dio algunos tips para aprender a catar una cerveza y maridarla con los alimentos que mejor resaltan su sabor. Por ejemplo, descubrimos, entre otras cosas, que una de las mejores formas para apreciar una cerveza dulce, es maridándola con bocados especiados o picantes.
Sofisticada y exquisita, por su riqueza organoléptica, pero también por el saber hacer casi milenario de los monjes, Grimbergen lleva 887 años resistiendo al paso del tiempo, no es una simple caña. Rompe con la rutina diaria, enciende nuestros sentidos y aviva nuestra imaginación. Déjate envolver por su sabor innovador, que rompe con los cánones tradicionales.
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