Gulah trae a Madrid los Po’Boys
Cada vez nos gusta más eso de comer con las manos. El llamado finger food no es una moda ni un capricho, es una forma de vivir y de disfrutar y hoy te proponemos hacerlo de una forma inédita, degustando algo que nadie había traído a Madrid hasta ahora: el “bocata” típico de Nueva Orleans, cuyos orígenes se remontan a las costumbres culinarias de la población más humilde.


Esta nueva apertura mezcla estética rebelde con sabor sin filtros. Su carta es una oda al exceso bien hecho: un pan a medio camino entre brioche y baguette, rellenos creativos y mucho producto local. Entre sus hits destacan los Po’Boys más icónicos como el Chicken Run (pollo frito, coleslaw y mayo picante), el Toroloco (rabo de toro guisado 24h con guacamole y cebolla encurtida) o el Eggs & Glory, un homenaje castizo a los huevos rotos con chistorra y patatas fritas.
Para los que buscan algo veggie (y picante), el Voodoo Veggie sorprende con seta ostra crujiente y salsa remoulade. ¿Y para picar? Chili Cheese Bites, Alitas del infierno, Chicken Churros y hasta unas patatas llamadas Patachorras, con cheddar y tierra de chistorra. Todo hecho con mimo, todo sabroso. Todo inspirado en los sabores de la capital mundial del jazz, con un toque diferente.
Con un ticket medio de 20 €, menú del día por 12,50 € y opción de pedir a domicilio por Glovo, Gulah es un sitio muy a tener en cuenta para todos los que busquen opciones de comida rápida y de street food con atención para el producto. Música con alma, diseño con actitud y bocados sin complejos para los que viven y comen con ganas. Abre todos los días de 13 a 24 horas.
La operación bikini quizás pueda esperar aún algunos días… ¿Te atreves a dejarte conquistar por los Po’boys?




