Villa Indiano, refugio para urbanitas a pocos km del centro de Valencia

Probablemente sea el sueño de todo urbanita: disfrutar de la huerta, el campo y la naturaleza, sin tener que desplazarse mucho del centro de la ciudad. Es más, esta antigua villa de estilo ecléctico e influencias afrancesadas y modernistas, situada en pleno Burjassot, cuenta con una parada de metro justo en frente. Villa Indiano es un restaurante, espacio para celebraciones familiares y eventos de empresa y al mismo tiempo, un jardín gastronómico y cultural que abre desde la primavera al otoño.

Erigido hace más de 100 años como residencia de verano, este edificio sorprende en la entrada con su escalera monumental y encanta en su interior con su azulejería original con motivos vegetales en los suelos, detalles ornamentales en sus techos, un sistema de ventilación de la época y vidrieras esmeriladas en sus carpinterías. 

El restaurante despliega sus salas en las cinco habitaciones originales de la villa, permitiendo privatizar los distintos espacios interiores de una forma natural, a voluntad. Con la llegada del buen tiempo, está disponible también el espacio de la terraza ubicada junto a la acequia de Tormos y bajo la gran jacaranda y en las pérgolas del jardín, que pueden cerrarse y cuentan también con sistema de calefacción.

Con el hilo conductor de la cocina tradicional valenciana, los protagonistas de la carta del restaurante son los arroces, las carnes y pescados a la brasa y, sobre todo, los productos estacionales que proporciona la huerta que rodea la villa. Entre los platos más destacados, encontramos el Esgarraet con pimientos asados de nuestra huerta y bacalao ahumado, la Sepia, la Ensalada de tomate, burrata y olivas negras, la Paella valenciana, preparada tal y como manda la tradición y los postres, como el de Piña y espuma de coco la Tarta de queso con mermelada de higos casera. Este espacio está abierto todos los días (viernes y sábados también por la noche) y cuenta con un menú de mediodía (25€ de lunes a viernes, 32€ los fines de semana).

Por su parte, la oferta gastronómica del jardín se centra en tapas a mediodía y prevé a su vez una barbacoa para las noches de verano. Si bien, su sello es la programación cultural, en su mayoría de carácter gratuito. Conciertos en directo; actividades que ponen en el centro el bienestar, como talleres de yoga, encuentros sobre alimentación saludable o crecimiento personal; clubes de lectura; visitas guiadas al patrimonio material e inmaterial de Burjassot; talleres de creatividad, artesanía, cerámica, reciclaje o reparación de bicicletas; planes relacionados con la cocina o el vino; y juegos como el trivial son solo algunas de las muchas propuestas de este singular lugar. Cada 15 días además, acoge Emporta’t l’Horta, el mercado de productos de proximidad que propicia el contacto directo entre agricultores locales y consumidores.

De momento, el jardín abre los sábados, domingos y festivos durante el día, de 12h a 18h. Luego, en plena temporada de verano empieza a abrir progresivamente también los viernes por la tarde y, durante el verano, los 7 días de la semana desde la hora de la merienda. Como la temporada pasada, las tardes se inician con horchata y fartons.