‘Bang Cook’, un Thai poco convencional
Hoy vamos a pedirte que juegues con tu fantasía…. Imagínate paseando por las caóticas calles de Bangkok, sus vistosos templos y palacios, sus frondosos jardines y parándote a comer en uno de sus bulliciosos mercados. Ya puedes oler el Nua Thai Rak (ternera al wok con chile, granchai y especias). Ahora abre los ojos. Estás en pleno barrio de Chamberí, en Bang Cook, el hermano pequeño de Silk & Soya de Alcobendas, pionero en fusionar la cocina mediterránea y tailandesa y que cuenta con varios reconocimientos, como el certificado Thaï Select del gobierno tailandés, a la autenticidad de su propuesta.
Con vocación de expandirse a otros puntos del territorio nacional, este restaurante basa su cocina en recetas tradicionales tailandesas revisadas y en originales propuestas de propio cuño. Así podemos encontrar platos basados en la Royal Thai (la cocina real tailandesa), comola Tom Yam Koong (sopa de langostinos picante), la Tom Ka Kai (sopa de pollo con leche de coco),el Hala Bala (wok de fideos de soja y verduras al dente con especias thai) y los currys Panang Koong (de langostinos al curry rojo con leche de coco y albahaca) y Kang Kai (de pollo al curry verde con leche de coco y verduras).
Entre los básicos del street food tailandés versionados, se sitúan el Pad Thai Foundation o las piruletas Kai Satay (brochetas de contramuslo de pollo rebozadas en sésamo con salsa Satay) y recetas propias de la cocina casera de Tailandia, como el arriba mencionado Nua Thai Rak o los buñuelos de calamar de la abuela Pithut (un homenaje a una de las cocineras más veteranas de Silk & Soya, ya jubilada).
También podemos degustar algunas propuestas de fusión y versiones de otros clásicos de la gastronomía internacional entre las que destacan el Bibimbap (típico de la cocina coreana), el rollito de verduras (cuya masa preparan con tinta de calamar y acompañan con una salsa agridulce verde de clorofila), el pato deshuesado con parmentier de patata al kimchi y una suave salsa de tamarindo (uno de los hits de la casa), la pizza tailandesa (con especias thai), la hamburguesa japo (de ternera con salsa de soja) o la tarta de té matcha (una exótica versión de la clásica Carrot Cake).
Todo ello es muy enfocado a compartir y a precios asequibles con una factura media de 25 euros y copas a partir de 8 euros. Por ejemplo, disponen de Monkey Menú, que incluye un minientrante y un principal a elegir entre varios más bebida por 12,50 euros.
Para maridar, podemos optar por una breve selección de vinos a precio de distribución más el descorche, con varias cervezas (entre las que no faltan la célebre Singha) y una carta líquida de creación propia en la que destacan la Bangcooklada (su variante de la piña con cardamomo y wasabi), el Thai Tonic (gin tonic con aroma de té matcha y mango especiado con pimienta) o el cóctel sin alcohol Phuket Soda, una limonada cítrica con espuma de yuzu y de jengibre perfecta para acompañar la cocina thai.
Este viaje a Khao San Road – la calle más animada de la capital tailandesa – continúa a través de la vista. Distribuido en dos plantas con mesas bajas y una gran barra central con banquetas, el restaurante está decorado con elementos propios del paisaje urbano (verjas, catenarias, tuberías vistas, ladrillo perforado, grafitis y neones), así como abundante vegetación y algunas piezas de estilo oriental inspiradas en la ornamentación palaciega de Tailandia.
Bang Cook abre todos los días de 12:30 a 16:30 horas y de 20 a 01 horas. De cara a la nueva temporada que acaba de empezar, tienen previsto organizar monólogos u otro tipo de actuaciones en vivo.