Cenas sanas, divertidas e improvisadas en Fismuler  

Con una estética nórdica y una cocina natural, este restaurante se ha convertido en poco más de 2 años en un lugar de referencia para divertirse – con sus sesiones de música en vivo – y comer sano y rico. Ahora, Nino Redruello y Patxi Zumárraga dan rienda suelta a su creatividad con una cena irrepetible y totalmente improvisada que sólo se sirve una vez al mes (los miércoles).

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Este menú sorpresa está disponible únicamente bajo reserva previa y está compuesto por tres aperitivos, un entrante, un pescado, una carne y un postre y tiene un precio cerrado de 80€ que incluye también cinco vinos diferentes seleccionados por la sumiller del local, Carmen del Álamo.

Se trata de un menú degustación con el que a la vez el equipo de cocina experimenta nuevos platos, con el fin de contemplar su inclusión en la carta, gracias también a los feedback de los asistentes. De hecho, las lentejas estofadas, morro y cigalitas; el chicharro con coliflor encurtida; el tartar de ventresca de atún, apionabo y oxalis; y la ensalada de burrata, trucha ahumada y boniato con crujiente de semillas – que pueden degustarse ahora en la carta de Fismuler – proceden de esas cenas sorpresa.

Nino y Patxi suelen salir el mismo día por la mañana a recorrer los mercados en busca de los mejores productos de temporada para diseñar y elaborar el menú, del que sólo 18 personas van a poder disfrutar en la gran mesa rectangular compartida. Todo empieza a las 21:00h, con un vino, mientras van llegando el resto de comensales y a las 21.30h todos pasan a la mesa y se sirve la cena, que comienza siempre con un clásico de la casa: Brisket y mantequilla sin pasteurizar. Lo demás es totalmente improvisado.

El día de nuestra visita, Nino y Patxi nos sirvieron un buenísimo tartar de gamba roja de Menorca; ventresca de pez limón en salazón; una sorprendente lechuga frita y aliñada con beef ponzu; zanahoria risolada y vieira; unas sabrosas alubia del ganxet, pato azulón, caviar y anguila ahumada; albóndigas de pintada, quisquillas de hueva azul, tartar de salmonete asado; Kefir de cabra con remolacha; y unos muy tentadores mochi de chocolate, aceite y sal.

Carmen del Álamo nos propuso como maridajes: Clot de les Soleres Xarel·lo 2015 (D.O. Penedès), Amontillado Fino Fossi de Collantes (D.O. Jerez y Manzanilla de Sanlúcar), San Clodio 2017 (D.O. Ribeiro), Martúe Chardonnay 2016 (Pago Campo La Guardia), Martúe Syrah 2015 (Pago Campo La Guardia) y Dulce Tinto Monastrell de Casa de la Ermita (D.O. Jumilla).

Al finalizar la velada, puedes optar por alargar la sobremesa con una copa, elaborada con una gran variedad de destilados macerados en casa o con un café de puchero.

¿Cómo puedes saber cuándo será la próxima cena improvisada? Suelen anunciarla en redes sociales, un par de semanas antes. Si eres celíaco o tienes otra alergia alimentaria, no dudes en avisar, intentarán ajustarse a tus exigencias.

Los protagonistas de la cocina de este rincón de Alonso Martínez son los productos ecológicos y de kilómetro cero, así como las elaboraciones sencillas, que no enmascaren demasiado los sabores, y que al mismo tiempo, conllevan mucha técnica detrás. Asistir a una de sus cenas improvisadas es sin duda un buen plan para vivir la experiencia Fismuler en 360 grados.

 

 

 

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