Estrenamos el nuevo curso con una recomendación teatral y una gastronómica
Celebramos la rentreé como mejor sabemos hacer, sugiriendo un plan de lo más apetecible: un estreno teatral + una nueva apertura muy recomendable. El primero, ‘Punto y coma’, llega de la mano del Teatro Lara, que conmemora su 142 aniversario con una coproducción en colaboración con Montgomery Entertainment. El segundo representa el proyecto de Jorge Rodríguez, uno de los chefs peruanos más creativos y atrevidos de la cocina nikkei (fusión peruana japonesa), en Madrid, concretamente en el barrio de Chueca, que cuenta con formato ‘dinner show’ (de jueves a domingo por la noche).



Empieza el nuevo curso con muchas risas con ‘Punto y coma’ en el Lara
En esta mordaz crítica al mundo del show business, un productor argentino pretende reestrenar la obra que catapultó a la fama a una dramaturga en paro. Solo falta un pequeño detalle por solucionar: desmentir el bulo que ha hecho surgir el interés, informar de que la autora no está enferma. ¿O quizá sea mejor mantener la mentira y relanzar la carrera de la dramaturga? En las tablas, la respuesta. No te pierdas esta obra protagonizada por Carmen Navarro y Amparo Vega-León, quienes interpretan a dos mujeres inteligentes que ya han pasado los cincuenta a las que las une una compleja amistad pero las separan el simple miedo al fracaso.
Y con todo el sabor nikkei de Latigazo del chef Jorge Rodríguez
A pocos minutos del teatro, se encuentra nuestra recomendación gastronómica: Latigazo. En su carta de comidas y cenas, sobresalen ceviches, tiraditos, junto a platos típicos de la cocina chifa (fusión peruana china) de Perú y demás platillos a base de pescado y ají, siempre cuidando que la presentación sea elegante y colorida, pero sobre todo creativa.
El chef Jorge Rodríguez busca reivindicar sobretodo, a través de sus creaciones, la biodiversidad y la gente del campo que aún sigue trabajando por sacar de esa tierra privilegiada productos frescos y de calidad. “Me gustaría que más personas valoren la multiculturalidad del Perú, de sus microclimas, su megadiversidad en geografías, sus tipos de tierra, su historia culinaria, sus ingredientes milenarios como el ají, los productos de los andes, lo productos que llegaron con la conquista Española y también el aporte de inmigrantes japoneses. Pero también la labor del campesino. Los cocineros no seríamos nada sin su labor a la hora de ofrecernos materia prima y productos nativos”, matiza el cocinero.
Este restaurante nos invita además, a ir más allá de los grandes clásicos, para descubrir la variedad inmensa de ingredientes y sabores peruanos que aún no se conocen y lo hace con propuestas como el Gohan Nikei (Cerdito crocante, arroz jazmín, berenjena china y tirabeques al wok, plátano frito, brotes soja y char siu de maracuyá), el Toropikary (Arroz sushi, pesca del día, mango, pepino japonés, mayonesa de rocoto, charapita, queso crema y togarashi), la Croqueta Limeña (Gallina, ají amarillo, mantequilla, panko y mayonesa de aceituna de botija) o la Tarta queso con espuma de chicha morada y helado de wasabi.