Killo: De Madrid a Zahara de los Atunes
Abierto tan solo desde principio de 2020, este pequeño establecimiento con su propuesta, tanto estética como culinaria, nos traslada a Zahara de los Atunes.




El viaje a esa localidad gaditana empieza en el comedor, decorado en tonos blancos y azules, de temática marinera y repleto de detalles de esa tierra tan cálida. Si el tiempo acompaña, puedes optar por comer o cenar en su terraza ubicada en los jardines de San José de Calasanz, también adornada con los elementos típicos del Sur.
Con una verdadera obsesión por la cocina de temporada, actualmente presenta una carta protagonizada por carnes de caza, setas y verduras de otoño invierno. Eso sí, mantiene algunos de sus grandes clásicos, como el gofre de camarones y tartar de atún.
Mientras que, entre las nuevas incorporaciones, destacamos el ragú de gamo con hortalizas de temporada o las alcachofas de Teruel confitadas rellenas de carne de vaca madurada cocinada a fuego lento. Te recomendamos regar todo con uno de los vinos andaluces de la carta.
Menús de Navidad
Si estáis planeando cenas o comidas de Navidad, este restaurante propone diferentes menús.
Entre ellos, el menú 100% austriaco (50 euros), con platos tradicionales de la cocina del país natal del chef Manuel, entre los que sobresalen Kürbiscremesuppe que es una crema de calabaza de cacahuete con pipas de calabaza tostadas y aceite de pipa de calabaza; Tafelspitz que es picaña de ternera cocida con crema de manzana, rábano picante, patatas ‘duchesse’ y verduras; Bluznknödel, bola de masa de patata rellena de morcilla de cebolla sobre ‘chucrut’ cremoso a la sidra; como plato fuerte Hirsch Ragout, que es un ragú de gamo con peras escalfadas en vino tinto y brioche de tocino ahumado y para finalizar, Kaiserschmarrn que es ragú de ciruela.
Otro de los menús (40 euros), incluye tres entrantes a compartir, entre el gofre de camarones, la burrata con calabaza asada y las croquetas de coliflor, un principal a elegir entre el ragú de gamo con hortalizas de temporada y el atún salvaje en tomate con espuma de miso rojo y champiñones encurtidos y la tarta de chocolate (+una copa de vino o cerveza).
La tercera opción (45 euros) prevé tres entrantes al medio (ensaladilla con espuma de guisantes, gotas de remolacha y gambas de cristal, sardinas salvajes del Atlántico en vinagre con ‘chutney’ de tomate y estragón y brocheta de gambón con salsa de curry, alga wakame y crujiente de yuca); un individual a elegir entre panceta de cerdo de Asturias o chipirones a la plancha; y la mousse de chocolate blanco, coco y mango (+ dos bebidas).
El último menú incluye platos de la carta en formato cóctel (50 euros), entre ellos, sardinas en vinagre, gofre de camarones, brocheta de gambón, croquetas de coliflor, tataki de atún salvaje de almadraba, cazón en adobo, cecina de ciervo y una mini hamburguesa de vaca vieja madurada (+ mousse de chocolate blanco y parfait de cassis y dos bebidas).
Además, Killo ofrece la posibilidad de privatizar el comedor de la primera planta para un máximo de 20 comensales.
Con un ticket medio de 35 euros, abre de lunes a sábado de 13:00 a 16:30h y de 20:00 a 00:00h y domingos de 12:30h a 18:00h.