Sakro: pinsa romana, con una sorpresa en el sótano
La pizza napolitana es de sobra conocida, pero, ¿has probado alguna vez la romana? Ahora, tienes este nuevo lugar de Malasaña donde poder hacerlo.



Su plato estrella, la pinsa romana, se cocina en hornos especiales enviados desde Roma que crean la corteza y el crujido de las pizzas; la masa levita entre 48 y 72 horas, y lleva un 80% de hidratación lo que da como resultado una pizza muy ligera, aireada por dentro y con un toque especial crocante por fuera. La ventaja principal es que esta pizza es más digerible que la napolitana. Además, las pinsas se hornean durante un periodo tres veces mayor al resto de las napolitanas (180 segundos vs 90).
Desde la harina 00 molida a la piedra, hasta la salsa de tomate San Marzano (elaborada a mano para que no tenga la acidez que dan las semillas al triturarse), pasando por la burrata di búfala o las mozzarellas y los embutidos (speck, prosciutto y mortadela), todo se trae directamente desde la península itálica.
Este nuevo templo de la pinsa romana ofrece 14 variedades, además, de los mencionados arriba antipasti, que sirven con focaccias (pan plano de corteza muy fina, realizado con masa de pizza, aromatizado con aceite de oliva y diversas hierbas, como el romero o la salvia). ¿Nuestra variedad de pizza romana favorita? Sin duda, ‘La Mastroianni’, dedicada al gran actor Marcello Mastroianni, ícono de Roma: sobre una base bianca de mozzarella fiordilatte, champiñones frescos, speck curado durante 6 meses (se obtiene de la pierna del cerdo sometida a un proceso de ahumado en frío), crema de trufa y perejil picado.
Para maridar, puedes optar por vinos y cócteles italianos, como Chianti, Montepulciano o Pinot Grigio, Aperol Spritz, el Negroni o il rosso Campari.
La sorpresa del sótano
En el subsuelo de la pizzería se encuentra asimismo, La Analógica, el que quiere convertirse en un nuevo bar de referencia para quienes busquen un lugar para escuchar buena música de auténticos discos de vinilo (que también visten la decoración del local) y cócteles de autor (no disponen de cervezas, pero sí de cócteles sin alcohol). A este speakeasy muy secreto sólo se entra a través de una contraseña que hay que teclear en un falso teléfono antiguo.





Los protagonistas de la decoración no sólo son las portadas de los vinilos sino también todos los dispositivos analógicos de otros tiempos: cámaras fotográficas de carrete o polaroid, el tocadiscos que espera que caiga el siguiente disco, un viejo y antiguo reel to reel para escuchar o grabar cintas de audio, la cámara de Super8 para filmar escenas familiares y por supuesto los grandes altavoces de madera, con un particular diseño, que permiten filtrar el mejor sonido.
El estilo musical reinante está enfocado en la música indie. Podemos encontrar los mejores ‘longplay’ de Arctic Monkeys, The Strokes, Last Shadow Puppets, The Arcs, Alabama Shakes, Chicano Batman, Parcels, y Wet Leg, entre otros.