Rasif, la nueva apertura de La Latina especializada en street food libanesa
Esta nueva apertura de La Latina nos trae todo el sabor de las calles de Líbano. Mezzes fríos y calientes y delicias en formato bocadillo, con un pequeño lugar para los postres, componen la oferta de Rasif, que significa “acera” en árabe, como clara alusión a la street food.





En este restaurante urbano e informal, el verdadero protagonista es el pan libanés, un pan plano que sirve las veces de cuchara y tenedor. Si bien no toda la comida libanesa se basa en bocadillos, dentro de la comida callejera, los entrepanes son especialmente comunes y cuentan con una amplia variedad de opciones para todos los públicos, incluyendo alternativas veganas y vegetarianas.
Algunos de los platos tienen un toque moderno, como el shish taouk especial, la moussaka y el sándwich de portobello, pero por por lo general, encontramos propuestas tradicionales como el hummus, la muhammara (crema de pimientos asados), el labneh (crema de yogur con sumac y zaatar), o el sambousik de carne o de queso (las empanadillas tradicionales de Oriente).
Los bocadillos, servidos en pan libanés o en baguette tostada, se dividen en su menú en bocadillos de pollo, ternera, pescado o vegetales, ingredientes que se marina con especial cuidado en especias traídas directamente desde el Líbano para lograr el sabor y la textura adecuada. Entre los más demandados, el shawarma de pollo o ternera, el kebab o el falafel.
El apartado dulce también es elemental, ya que los postres son una parte fundamental de la cultura gastronómica del Líbano. El más recomendable es el knefe, una versión del clásico pastel de queso libanés consistente en una pasta kataifi frita y crujiente rellena de queso y cubierta con pistachos y almíbar.
¡No dejes de regar todo con vino libanés! Tienen la opción de vino tinto y de vino blanco Altitudes, ambas de la Bodega Ixsir, muy recomendable.