Bareto, el bar de toda la vida que le hacía falta a la calle Alcalá

A la calle Alcalá le faltaba un bar de toda la vida, una de esas tascas en las que tomar una caña o un vino, unas tapas o raciones en la barra – la clásica, en forma de «U» de macael, mármol blanco-, charlando con el tabernero sobre el asunto que mande la actualidad.

A la que es una de las calles más icónicas de Madrid, frente al Palacio de Correos, adyacente a la Casa de América y en pleno Paisaje de la Luz -recientemente nombrado Patrimonio Mundial de la Unesco-, le faltaba Bareto. Eso debieron pensar sus creadores.

El local se sitúa en la que fue la antigua cervecería de Correos, que desde mediados de 1920 y durante casi 60 años congregó a políticos, escritores y artistas.Estas paredes han sido testigos delas tertulias de los del Veintisiete, con Alberti y Lorca al frente, así como de las de Miguel Hernández, Pablo Neruda y Antonio Machado. Una pequeña exposición fotográfica decora los salones del bar, para que el comensal pueda viajar a aquellos años.

Abierto todo el día todos los días del año, desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la madrugada, para desayunar, tomar el pincho de tortilla de media mañana, quedar para el café de la tarde a la hora del aperitivo e incluso para cenar y beber la copa de después. Sin postureos y con precios contenidos (ticket medio entre 15 y 25 euros). El refugio tanto cuando aprietan los 40 grados a la sombra en Madrid como cuando el frío.Además, el espacio tiene pantallas para disfrutar de fútbol a doquier.

Entre susplatos estrella destacan el montado de calamares, que aquí sirven con chipirones y en pan de cristal, los flamenquines, las gildas, el matrimonio de anchoa y boquerón, las croquetas… Y para los más golosos, una deliciosa tarta árabe.  

Para los ‘terraceros’, cabe mencionar su rincón privilegiado con vistas a la Puerta de Alcalá, a la Cibeles, Casa América y Banco de España. Con la caída de la noche, la terraza se ilumina y se llena de la magia de Madrid. En Navidades, asimismo, se puede disfrutar de las espectaculares luces que decoran la ciudad durante esa época del año.

Bareto cuenta también con un reservado con varias cavas de vino y televisión, que puede alojar hasta catorce invitados.