‘Vivanco’, una escapada para enamorarse del vino

junio 3, 2015

Bodegas que abren sus instalaciones al público hay muchas. Bodegas que ofrecen además, un paseo por el Museo de la Cultura del Vino, una experiencia gourmet y actividades para los más pequeños de la casa, hay pocas.

Una de ellas es Vivanco, el primer destino turístico de La Rioja que cuenta con el “Mejor Museo de Vino del Mundo” según la OMT-ONU (Organización Mundial del Turismo).

Ese no es el único record con el que cuenta Vivanco. De hecho, con más de 100.000 visitantes al año, es el destino principal de turismo de La Rioja y su bodega es una de las 100 mejores del mundo según la lista «Wine&Spirits Top 100 Wineries of the Year for 2015».

Además, el espacio enoturístico Vivanco se encuentra en un paraje único en Briones (La Rioja), ideal para desconectar del bullicio de la capital, en el próximo puente del Corpus en Madrid.

5 Formas de sentir el vino

Dentro de las propuestas clásicas de enoturismo, encontramos el recorrido por la bodega, donde podemos conocer el proceso de elaboración del vino de Vivanco, gracias a las explicaciones del experto equipo de guías del grupo. La visita finaliza con la degustación de 2 vinos.

Si siempre has querido formarte en el mundo de las catas, Vivanco ofrece también un curso de cata de dos horas, de la mano de un enólogo y sumiller profesional (se realiza sólo los sábados).

Dentro de las propuestas originales y diferentes, destacamos el paseo por el museo, que dispone de cinco salas y más de 6.000 piezas expuestas. A través de obras clásicas y trabajos contemporáneos – algunos firmados por Miró o Picasso – haremos un recorrido por los más de 8.000 años de historia del vino.

El museo cuenta además con una sala exterior, el Jardín de Baco, donde se hace un homenaje al viñedo y a la uva, mostrando más de 220 variedades de uva, desde su origen botánico hasta las más actuales variedades de mesa y de vinificación mundiales.

Porque más allá de exponer aperos de labranza, maquinaria, métodos de elaboración, documentos históricos, un museo del vino tiene que darle el lugar que se merece al fruto que da origen al vino.

Para reponer fuerzas, podemos almorzar en el restaurante panorámico de la bodega. Podemos elegir entre diferentes opciones de degustación, desde el menú riojano hasta el menú para grupos, pasando por el de temporada.

Una de las propuestas más originales es, sin duda, el Menú Winecooking, donde el vino es el protagonista de cualquier plato y no es un mero acompañante. En salsas, reducciones, en forma de pétalos o caviar. Tapas, ensaladas, carnes o pescados, incluso postres. Una forma muy apetitosa de conocer el potencial del vino para proporcionar sabores, aromas, texturas….

Si visitas la bodega con tus niños, te interesará saber que Vivanco organiza talleres para
ellos (por sólo 3 euros), para que se acerquen a la cultura del vino. Aprenderán a utilizar los elementos del vino como materia creativa y descubrirán la tierra, la historia, el por qué de las cosas y las tradiciones que giran en torno al mundo del vino.