¿Truco o buñuelos?
Buñuelos, sin duda. Nos encanta respetar las antiguas tradiciones, sobre todo si son dulces y deliciosas, como las creaciones de José Fernández, maestro pastelero de Nunos Pastelería (C/Narváez, 63). Este experto de la repostería tradicional, en versión actualizada, nos tiene acostumbrados a presentar una nueva colección, según vayan sucediéndose las temporadas.
“En el laboratorio solemos probar con un año de antelación las nuevas propuestas, al igual que pasa con la moda”, afirma sonriente José. Y el Día de Todos Los Santos se sube a la pasarela la colección de buñuelos, que este año es Saliendo del bosque, un homenaje a los aromas y olores del bosque en otoño.
A pino, a tierra mojada, a setas, a frutos del bosque, ¡incluso a humo!… La fantasía de José no tiene límites.
La mejor aliada de este arquitecto reconvertido a pastelero, hace más de 12 años, es su mujer y gerente de local, Puerto Díaz. “¡Se harta de probar buñuelos!”, confiesa José. Si Puerto da el ok, habemus nueva creación, sino hay que volver a intentarlo.
Si la innovación gastronómica no es lo vuestro, no os preocupéis. En Nunos conviven tanto buñuelos tradicionales como los buñuelos de colecciones anteriores que se han convertido en clásicos. De limoncello, de chocolate de Venezuela con círtricos y Yuzú, de chocolate de México al café, de chocolate al caramelo, praliné con crujiente de avellanas y almendras, de crema de frambuesas, de apple strudel, de bombón con crema de chocolate de Isla de Granada, de nata, de crema pastelera a la vainilla de México… Un verdadero oasis de perdición para los golosos, incluso para los que suelen decantarse por el salado :-).
Nunos Pastelería es como el Doña Manolita de las pastelerías. Durante las fechas señaladas – sobre todo para Reyes, sus roscones son originales, a la par que exquisitos – cuenta con una cola que da la vuelta a la manzana. Así que, para el puente de noviembre, procurad ir a una hora prudente.
También dispone de repostería inspirada en Halloween. Sus postres en forma de ataúd tienen mucha fama. Eso sí, no son aptos para supersticiosos.
Los precios de los buñuelos oscilan entre los 35 euros al kilo de los tradicionales y los 45 euros al kilo de los de la nueva colección. Un valor bastante acorde a lo que ofrece el mercado, más aún si tenemos en cuenta que este obrador apuesta por productos de calidad y sanos, algunos de procedencia extranjera, como la nata de Bélgica o la vainilla de bourbon.
Fotos de Bárbara Ferrer
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