Cultura, decoración de autor y buena gastronomía se dan la mano en Ateneo
Hay lugares que consiguen trasladarnos a otras épocas. Será por los sofás Chester y los taburetes altos de piel o por el toque magistral del interiorista Lázaro Rosa-Violán… Cuando entramos en el restaurante Ateneo (C/ Santa Catalina, 10), tenemos la sensación de estar en un lujoso café inglés del siglo XIX.
Además de ser cafetería-gastrobar, este local es también coctelería, y restaurante.
En la planta de abajo, su glamourosa barra nos invita a tomar un gin tonic, pero no cualquier gin tonic. Tanqueray Malacca con naranja kumkuat, Martin Millers con lima y enebro o Broockmans con frambuesa y mora son algunas de las propuestas que nos ofrecen para alargar la sobremesa o tomarnos la primera.
A la zona del restaurante se accede por una escalera decorada con pósteres, una suerte de guiño al mundo académico. Aquí encontramos tanto mesas altas y taburetes como íntimas mesitas para dos y mesas alargadas para compartir. Los ladrillos vistos y un mobiliario que mezcla la piel, el ante y la madera en tonos neutros completan el aspecto de este local con aires dandies.
El menú – hecho de madera – se compone de platos para compartir, como el ceviche de pulpo y mango, así como de clásicos de la cocina tradicional, como el salmorejo o la carrillada de ibérico, y de recetas internacionales, como el tataki de salmón. El día de nuestra visita nos trajeron como tapita unos conitos de anchoas y queso fresco, en un cuenco de cristal relleno de arroz. La presentación nos cautivó y su sabor también!!
A los adictos al chocolate, aconsejamos no perderse la Fábrica de Chocolate, un postre de diferentes texturas y calidades de chocolate. Para acompañar la cena o la comida, podemos elegir entre tintos, blancos, rosados y espumosos de las principales D.O españolas.
Las mismas propuestas las encontramos también en su carta de tapas y las podemos degustar durante todo el día (de lunes a sábado de 9 a 1 horas; domingos de 9 a 22 horas), en la cafetería y la coctelería.
Cuando fuimos a conocer el establecimiento, el encargado del restaurante, Jairo Mejía, nos acompañó en un paseo muy interesante por la historia de este lugar. La sala de conferencias, la biblioteca, los pasillos repletos de retratos. Comer o cenar en Ateneo es sin duda, una experiencia única y diferente, en la que la buena gastronomía, la decoración de autor y la cultura se dan la mano.
Los precios de la carta son bastante asequibles. El ticket medio ronda los 25 euros, mientras que, el menú entre semana vale 14,90 euros. También disponen de promociones y descuentos para los socios.
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