‘Tacatá’, una buena razón para acercarse a Pozuelo

febrero 25, 2014

Hay vida más allá de Madrid capital y la descubrimos hace unos días en Pozuelo de Alarcón, concretamente en la calle Grecia 1, donde se sitúa el restaurante Tacatà. Queremos tranquilizar a quienes creéis que el nombre se debe a la canción de hace dos veranos de Tacabro. Según nos comenta Fredi Navarro, es una Interjección onomatopéyica que quiere decir que hay que seguir en la dirección indicada, pese a cualquier tipo de contrariedad, una suerte de ¡pa’ lante y con alegría!

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Y eso fue lo que tuvo que decir Fredi, licenciado en empresariales y con máster en dirección de alta hostelería por Les Roches Marbella, cuando montó en septiembre de 2013 su tercer local. El primero fue Caná, al lado de Tacatá, y el segundo, la hamburguesería Buns, localizada en el número 11 de la calle López de Hoyos. A este madrileño de pura cepa y muy urbanita – vive en un ático del barrio de Alonso Martínez – se le volvió a presentar la ocasión de poner en marcha otro establecimiento en Pozuelo y no se lo pensó dos veces. Mesas de madera, asientos de piel, pupitres del cole, lámparas de bambú, plantas, una cocina vista y unos ventanales con vista a un jardín interior contribuyen a crear un ambiente agradable y acogedor.

Las paredes están decoradas con posters de carteles de cine, y una de ellas está poblada por unos pájaros de acero, símbolo del local, que también encontramos en los manteles de papel. Según nos cuenta Fredi, Tacatá es un restaurante muy concurrido entre los jóvenes, pero también entre los mayores de 50 ó 60 años. Y los fines de semana suele estar frecuentado por familias. De hecho, cuenta con un menú infantil muy apetecible: escalope de pollo, hamburguesa, postre y bebida (7,50 euros). Mejillones al vapor al estilo belga, alcachofas fritas con salsa de pimientos del piquillo, pulpo a la brasa a la parrilla, vacío de ternera a la parrilla de carbón o entraña de ternera son algunos de los platos que más éxito tienen entre el público adulto. Entre las recetas que más nos han gustado, destacamos la coca con pan de cristal. Nos la proponen en versión vegetariana o en una algo más contundente, con butifarra y morcilla, por ejemplo. Por lo general, la carta propone comida sana, elaborada en el día, raciones para compartir y productos simples a precios sostenibles (el ticket medio varía entre 15 y 25 euros) .

La ambición de Fredi es la de poder servir, en un futuro no muy lejano, una hamburguesa de producción propia, ya que sería el colofón final de un menú que huye de lo congelado, así como de la cuarta y quinta gama. En Tacatá encontramos también el plato del día, la sopa del día, la receta de temporada, ensaladas, pero no el menú del día, porque así lo ha querido Navarro, que no quiere que con esa fórmula se termine por descuidar la carta. Este restaurante es también una buena opción para tomar la primera o la última. Ofrece cócteles, tiene una amplia propuesta de whiskies, rones o ginebras y la selección musical es muy agradable.

La terraza abre de abril a septiembre, de momento, pero prevén acondicionarla para el invierno. Si eres un cocinilla, te sugerimos echar un vistazo a su web o facebook, donde publican sencillos y rápidos trucos sobre cómo preparar o cocinar productos de temporada, “esos trucos que a veces son la clave para sacar el mayor sabor y partido a los productos de la cocina mediterránea”, afirma Fredi. Aceptan consejos para las próximas temáticas!! ¡Que no se te olvide dejar el local sin visitar los baños! A veces, el arte está donde menos te lo esperas…

lamadridmorena

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