‘Oh Bla Bla!’: Italia y Japón juntos pero no revueltos

octubre 1, 2014

Del creador de Bistro Bla (C/ Prim, 13), Nacho Charrabe, llega a la escena gastronómica madrileña Oh Bla Bla! (C/ Génova, 28) en un espacio contiguo y comunicado con el clásico Riofrio. Bajo el lema “somos lo que comemos”, este nuevo local apuesta por lo sano y lo natural, ofreciendo la gastronomía de la tradicional trattoria italiana junto con la del sushi bar, concretamente del afamado Tora Sushi de Osaka.

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Nada más entrar nos dan la bienvenida una cafetera réplica de la italiana Electra y una gran barra de cobre. Realizada por el estudio Lucas & Hernandez Gil, incorpora peldaños en su lateral, y sobre ella luce una obra de la pintora Cristina Ybarra. Algo nos dice que en una de esas reuniones que se prolongan hasta las mil, más de uno se va a subir allí…

Antes de llegar a la zona del salón comedor rosa (algo más formal de la otra, con taburetes con respaldos de piel de color cobre, mesas cuadradas negras y sofás de terciopelo verdes), podemos hacer una paradita en la zona del showcooking, para ver en acción al sushi man del establecimiento.

La carta

Ecológicos y de kilómetro 0 son los ingredientes que componen sus platos, como la masa de pizza 100% orgánica elaborada con trigo y levaduras de cultivo biodinámico, los huevos de gallinas criadas en libertad en Cuenca, la miel y las mermeladas elaboradas de forma artesanal en Rumania por la Señora Guete en su propio huerto, los pollos ecológicos de un pequeño productor francés, las frutas de kilómetro 0 de la Frutería Aragón y el pescados del día, que el mismo Charrabe se encarga de comprar cada mañana en el mercado, asesorado por su socio Antonio de Pescaderías Fernandovi.

El pan de masa madre es el de Madre Hizo Pan, los tés proceden de Sri Lanka, como el White Tea que sólo puede ser recogido por mujeres con guantes blancos, el café es 100% orgánico arábico y los vinos naturales son de Tom Rimbau, bodega catalana que embotella el vino en botellas de barro y las conserva en agua.

En su carta ilustrada con los míticos animales personificados de Jean Ignace Grandville, caricaturista del S.XVIII, encontramos pizzas de aire español, como la de espinacas frescas y gambas al ajillo, pastas tradicionales, como los panzerotti de calabaza a la salvia orgánica, y propuestas de sushi, como el rollito de langostino en tempura (delicioso).

También podemos degustar platos procedentes de la cocina Inca (tabouleh de quinoa), la francesa (patatita Orson Wells con salmón marinado) y la española (pepito de ternera con rúcula). Mientras que, en el apartado de postres nos proponen las tartas de Celicioso elaboradas sin gluten y sin lactosa (muy recomendable la Sacher) o un tiramisú casero muy bueno.

Desde el domingo 14 de marzo, Oh Bla Bla! se apunta a la moda del brunch, todos los fines de semana. Al estilo de los que se celebran en el neoyorquino Bagatelle, promete hacernos disfrutar de una verdadera fiesta con platos saludables, cava, cócteles y dj sessions. Forman parte del menú sus pizzas, pastas o ensaladas internacionales (Griega, César o Francesa), acompañdas de una copa de cava Vilarnau y uno de sus postres caseros (tiramisú o dulce de leche). Todo ello por un precio de 23 euros.

Abierto de lunes a domingo de 10 a 02 de la madrugada, Oh Bla Bla! cuenta además, con una terraza de verano acondicionada para el invierno. Su precio medio a la carta es de 30 euros, porque, tal y como afirman sus fundadores “creemos en el lujo sin dinero y queremos acercar la cocina saludable a todo el mundo”.

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